CASA BELEN Y JUAN

…la arquitectura nos da sorpresas… Siempre afrontamos las rehabilitaciones con el mismo espíritu, el espacio, la luz, el tiempo,… están en esa arquitectura heredada, siempre existe un potencial más o menos oculto, nuestro trabajo:  hacer visible lo invisible…             La calle de la cruz es el corazón de la calle de vinos y tapas en el centro de Lugo. Se une con la Plaza de Armaña con unas galerías comerciales cuyo aspecto nos recuerda a la España de los 80. Para acceder a la vivienda de Belén y Juan hay que entrar en las galerías hasta el portal y subir, una amplia pero oscura escalera, que nos lleva al tercer piso. El recorrido nos lleva por las calles estrechas de piedra del casco hasta la galería de gres y marcos de escaparate de madera barnizada  hasta subir por una escalera oscura…             Como anécdota decir que esta vivienda reforma lo que fue el colegio de aparejadores de Lugo que estaba encima del de arquitectos…             En el proyecto la búsqueda es la luz y el espacio, algo obvio en una vivienda en un tercer piso y bajo cubierta sin ventanas directas a la calle. La solución se resume en dos movimientos: Apertura completa de las fachadas a los patios interiores. Vidrio y celosías de madera de arce.             Esto se completa con el alicatado en color de los patios y con superficies de vidrio forrando el mueble central.             Reflejos y destellos de color.             Uno imagina la luz, durante el proyecto, al llegar al rellano de la casa y abrir la puerta de acceso. Sabe que al acceder y dar justo a uno de los patios el contraste con el recorrido previo será agradable. Sabe que acristalar los huecos y forrar los frentes de vidrio duplicará la luz y los reflejos. Sabe que la celosía de palitos de madera de arce dará calidez a todo el conjunto enfatizando la atmosfera de luz cálida. Sabe que la escalera es el elemento de diseño más presente y que no debe tener demasiado detalle, demasiado diseño. Sabe que usa elementos conocidos por todos para buscar la visiones interiores completas de un lado a otro de la vivienda y ampliar todo el espacio… Sabe, en definitiva, que desea construir un paisaje interior lleno de luz natural allí donde aparentemente no la hay.             Lo que no sabe es el efecto real de las líneas del plano, esa intuición y eses deseos previos articulados con las herramientas de diseño y el lenguaje propio. Espacios limpios, ausencia de detalles complejos, perspectivas interiores.             Un día cualquiera entramos a la vivienda, da igual haber ido decenas de veces durante la obra, un día las superficies están terminadas y el carpintero coloca el penúltimo palito, ese día la arquitectura nos regala la luz uniforme que esta casa tiene, los destellos que se cuelan por los patios alicatados en la puesta de sol y que no se pueden dibujar, o al menos yo no soy capaz…              Esta reforma es luz y aunque uno sabe que eso es lo que buscaba, también sabe que el resultado es un regalo de la arquitectura.