“… la línea de horizonte es siempre la misma, no importa que nos movamos o estemos inmóviles, el mundo cambia, nosotros cambiamos, pero la línea de horizonte permanece inalterable…” Rafael Argullol.
Somos herederos de lugares, herederos de rincones, herederos de atmosferas, herederos de otras formas de construir nuestras necesidades, herederos de escenarios en ocasiones únicos. El Faro Vilán es una de estas herencias dando respuesta a la necesidad eterna de luz desde el mar y de imaginación desde la costa.
Ahora que nuestro mundo da respuesta a la luz sin la necesidad de esta arquitectura potente y geométrica, heredamos una plataforma de granito con un volumen donde protegerse entre dos faros y dos lomas en el acantilado. Azotado por los cuatro vientos y mirando al sol que nace y se esconde.
Este anteproyecto reorganiza este lugar para estar, mirar y soñar. Conocer y reconocer como construimos nuestras necesidades y nuestros sueños.
¿Por qué este lugar es único para su remodelación?
Podemos sintetizar la intervención si nos apoyamos en las piezas claves para la rehabilitación: el lugar y la arquitectura heredada, el patio central del edificio y el aljibe enterrado en la plataforma de acceso.
1. El lugar y la arquitectura heredada.
El Faro Vilán, situado en el Cabo de ese mismo nombre, Cabo Vilán, está situado en la “Costa da Morte”, en el municipio de Camariñas (A Coruña) y señala uno de los tramos más peligrosos de la Costa da Morte, pero también de los más hermosos.
Erguido a 125 m de altitud y unido al antiguo edificio de los fareros, posee un potente cañón de luz capaz de alcanzar las 28-30 millas marinas (55 km aprox.).
Es el faro eléctrico más antiguo de España, así, se encendió por primera vez en 1896. El enclave, fue declarado de Interés Nacional en 1933, por rocoso y acantilado.
En su imponente entorno, se encuentra el “Cementerio de los Ingleses”, lugar donde se encuentran enterrados los 172 hombres que perecieron cuando en 1890 naufragó el navío inglés Serpent, que navegaba hacia Sierra Leona. Además, justo enfrente del Faro, en el islote Vilán de Fóra habitan una gran cantidad de cormoranes, araos, pardelas, alcatraces, alcas,… En días de fuerte temporal, el mar, haciendo honor al nombre de esta costa, puede saltar hasta 20m sobre este islote dejando un paisaje de una belleza arrasadora.
Su topografía, orientación y construcción como mirador al atlántico son su principal atractivo.
Por su tamaño y nivel de conservación el edificio puede albergar un conjunto hotelero con 15 habitaciones entre 21-25m2 y todo el conjunto de servicios necesarios, restaurante-cafetería público, salón para clientes privado, servicios y anexos.
Todo ello hace de él un lugar idóneo y excepcional para el uso hotelero ya que todo el conjunto de instalaciones se nutren de los servicios del pueblo de Camariñas, paisajes y playas cercanas.
2. El patio.
Se convierte en el elemento fundamental donde concentrar el diseño de la imagen del edificio. Cubrirlo permite ubicar el centro de interpretación en su perímetro y el restaurante-cafetería en el espacio central.
Todo el edificio presenta un muy buen estado de conservación con lo que la intervención se refiere a la estructura del patio y los trabajos de diseño interior sin necesidad de obras de estructura ni cambios de cubierta.
La propia organización de los espacios permite una diferenciación clara entre los espacios privados de personas hospedadas y clientes ocasionales.
3. La plataforma de acceso. El aljibe como posibilidad.
Todo el conjunto entre el faro primitivo y el actual se unen con un relleno entre muros de piedra y la plataforma empedrada. Este mirador, la imagen, texturas, materiales y geometría de todo el conjunto no deben ser alteradas.
Sin embargo, el aljibe entre estos dos espacios enterrado en el relleno y cubierto por el empedrado se convierte en una posibilidad de ampliación y, literalmente en una nueva apertura al horizonte.
¿Qué ocurre si aprovechamos este relleno y conectamos este aljibe con el edificio existente?
Aparecen nuevos espacios con un potencial de estancias excepcional.
Pasan inadvertidos, invisibles desde el acceso.
¿Cómo intervenir?
El Faro siempre seguirá siendo imprescindible, la atmosfera heredada y la manera de construir no debe ser borrada. Toda esta propuesta se basa en no modificar la estructura ya construida, remodelar el edificio de servicio del faro potenciando su arquitectura con el uso hotelero, las dependencias para funcionamiento del faro y como lugar de interpretación de la cultura marítima.
Al llegar no se descubren las transformaciones, todas estas se concentran en el interior.
El viento, la niebla, la luz y el mar son nuestra compañía hasta llegar a este lugar.
El edificio es un refugio.
A partir de aquí empieza la creación de los lugares de estancia.
Nada por aquí, nada por allá…, el interior se transforma y se recorre.